Un precioso ramo de flores es uno de los toques finales que complementan la boda de una novia. Esta tradición ha prevalecido en casi todas las culturas alrededor del mundo. Nos fascina ver las diferentes combinaciones que cada novia ha escogido meticulosamente, desde el tipo de flores preciosas, cada una con su significado especial, hasta que decisiones tomaron para que combinaran con su vestido y el tema de su boda. Tan enamorados estamos con esta bella costumbre que a veces no nos ponemos a pensar como se originó primeramente.
El ramo de flores es una parte esencial del atuendo de una novia, ya sea para ejemplificar belleza, elegancia y opulencia, o simplicidad y sencillez. Sabemos que las flores le agregan un encanto visual y un toque de romanticismo a una boda, pero su presencia conlleva razones inclusive más profundas y valiosas que la simple estética.
Una novia cargando un ramo de flores tiene sus orígenes en tiempos antiguos. En la Antigua Roma, las novias portaban guirnaldas de flores pensando en que esto brindaría a sus matrimonios fidelidad y la esperanza de fertilidad, al igual que para ellas significaba que era un símbolo del comienzo de algo nuevo.
En la Edad Media, se decía que las flores, hierbas y especias de olores fuertes ahuyentaban no sólo a los malos espíritus, sino también mala suerte y mala salud. Se decía que purificaban al cuerpo y la vestimenta de olores indeseados, sanando el alma al mismo tiempo. Estos ramos eran principalmente compuestos de especias; el eneldo era particularmente popular.
Fue durante la época victoriana que las flores se convirtieron en parte del ramo, y la tradición se ha quedado con nosotros desde entonces. La versión moderna del ramo de novia fue popularizada por la reina Victoria, quien, cuando se casó con el príncipe Alberto, llevaba un ramillete, un pequeño racimo redondo de flores en un soporte de filigrana lleno de musgo y azahar.
En la época victoriana, los amantes a menudo enviaban diferentes flores como una forma de expresar su amor. Cada flor tenía un significado diferente, y su intercambio pronto se hizo popular y se vinculó al amor romántico. Las flores se convirtieron en parte de las ceremonias de boda debido a esta asociación romántica. Las novias eligieron cuidadosamente las flores por los sentimientos que representaban, y las flores que llevaban se convertían en «sus flores» por el resto de su vida.
Sin embargo, en nuestros tiempos modernos, por más encantadoras que parezcan, las viejas tradiciones han sido casi olvidadas, y las novias ahora seleccionan flores por la belleza de sus colores, fragancias y formas. El ramo es el último accesorio de la novia y se suma a la apariencia general del día. Las flores seleccionadas de la novia son una forma de expresar su estilo personal, gusto y personalidad y un complemento esencial para su vestido.
Ahora que sabes esta información, piensa lo mágico que es el significado de las flores que deberás escoger para tu ramo. Imagina que son un símbolo de un nuevo comienzo, ahuyentando malas energías y protegiéndote de males. Puedes hasta agregarle a tu ramo una que otra especia, para honrar y darle eco a esos viejos orígenes casi olvidados.
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